Baño del bebé: 4 pautas clave para garantizar un baño seguro
Mantener al bebé vigilado o asegurarnos de que el agua no quema son algunas de las pautas clave para garantizar un baño seguro al bebé.
Bañar al bebé es una gran experiencia si se organiza con total seguridad. Por ello es posible que los primeros días, y más si somos padres primerizos, estén llenos de incertidumbre. Veamos entonces a continuación, algunos consejos básicos y en concreto, cuatro pautas clave para garantizar un baño seguro del bebé y de este modo, evitar encontrarse con situaciones desagradables.
Baño del bebé: 4 pautas clave para garantizar un baño seguro
El baño es un momento de gran dulzura, pero también puede convertirse en un momento turbulento, especialmente cuando el bebé no coopera si bien hemos de tener en cuenta, que algunos bebés parecen siempre predispuestos a llorar o incluso retorcerse cuando nos disponemos a meterlos dentro de la bañera. Esta puede convertirse en una situación delicada, ya que se corre el riesgo de acabar sufriendo un accidente. Por ello os queremos ayudar y así, os mostramos cómo asegurarnos de que nunca nos falte la seguridad necesaria o que se requiere, a la hora de bañar a nuestro bebé.
Si aplicas estas cuatro pautas clave, ten por seguro que podrás realizar el baño del bebé sin problema alguno y también, conseguirás que tu pequeño se relaje o se divierta.
Supervisión constante
Cuando hay agua, los niños deben ser supervisados en todo momento. Un niño puede ahogarse en unos pocos centímetros de agua y en segundos. Un adulto debe estar siempre a la vista y al alcance de los niños mientras se baña.
De hecho en el caso de los bebés, se hace obligado que estemos presentes ya que somos nosotros los que debemos sujetarlo mientras lo bañamos. Lo ideal es sujetar al bebé con el antebrazo, pasando la mano por entre sus piernas, de modo que deberás meter el brazo en el agua y el bebé quedará por encima. Su cabecita además podrá quedarse apoyada en ti y de este modo te aseguras que no se sumerja en el agua.
Ten todo lo que necesitas a mano
La preparación es fundamental. Lo ideal es hacer una lista de verificación de los artículos que necesitará tener a mano y asegurarte de que estén cerca de la bañera. En esa lista debes incluir cosas como toallas, jabón, champú, un pañal y una muda de ropa para el bebé, de modo que no pase demasiado frío cuando acabe el baño y lo saques de la bañera.
Verifica la temperatura
Llena la bañera y asegúrate de que el agua esté a la temperatura adecuada antes de meter dentro al bebé. Recuerda que la piel de un bebé es mucho más sensible y se quema más rápido que la de un adulto. El agua debe estar tibia, de modo que será buena idea utilizar un termómetro de agua para comprobar que la temperatura de esta no supera los 35 ºC. En el caso de no tener termómetro puedes aplicar el «truco del codo» que consiste en meter el codo dentro del agua y si notas que no quema es que estará a la temperatura correcta.
Intenta que todo alrededor esté seco
Es inevitable que el agua acabe alrededor de la bañera o del lavabo, por lo que tendrás que evitar resbalones o caídas (peligrosos para ti y para el bebé si lo tienes en brazos) limpiando los derrames con toallas y usando alfombras antideslizantes en el suelo.
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